Nuestro cliente solicitó nuestro asesoramiento para impugnar el testamento en el que su madre, titular de un gran patrimonio, le había desheredado.
En primer término se solicitaron y se acordaron medidas cautelares a nuestro favor tendentes a impedir la disposición de los bienes hereditarios por parte de las personas y entidades que habían sido designada herederos en el testamento impugnado.
Paralelamente se preparó un amplio despliegue probatorio, con más de 40 testificales, con la finalidad de acreditar que la causa de desheredación no existía y que, con posterioridad a otorgar el testamento, el causante se había reconciliado con nuestro cliente.
Finalmente se estimaron las pretensiones de nuestro cliente, al considerarse que no existía causa de desheredación.