La empresa se dedicaba al montaje y ensamblaje de ordenadores, sector en donde las rápidas innovaciones tecnológicas origina que la obsolescencia de los productos y por lo tanto su pérdida de valor sean muy rápida. En 2007 las ventas del mes de diciembre que normalmente suponían un 40% del total anual, apenas llegaron a las de otro mes cualquiera. La falta de liquidez se agudizó en el ejercicio siguiente motivando la imposibilidad de atender a los pagos corrientes.
Presentación de solicitud de concurso de acreedores, con objeto de paralizar las acciones judiciales ya iniciadas y alcanzar un acuerdo que permitiera continuar la actividad social. Se consiguió una liquidación ordenada de la Sociedad con la calificación del concurso como fortuito.
Los administradores sociales quedaron exentos de cualquier responsabilidad tanto económica como de cualquier otro orden como puede ser la inhabilitación para administrar bienes de terceros.
