En plena expansión de un importante grupo multinacional español dedicado a las nuevas tecnologías, éste se plantea diversificar su negocio adquiriendo una entidad familiar española con fuerte presencia nacional y grandes perspectivas internacionales, aprovechando las posibilidades de sinergias, debido al negocio diferenciado y consolidado de esta última.
Para ello, previa realización de la correspondiente Due Diligence, era necesario analizar las diferentes opciones de compraventa (compraventa de las acciones de la Matriz o compraventa de las participaciones de la entidad objeto de interés -la Entidad- dado el entramado societario en el cual se encontraba gran parte del patrimonio familiar de la parte vendedora), así como las posibles alternativas de financiación y, en su caso, las garantías a otorgar, ante un posible pago aplazado diferido en el tiempo.
Descartada la compraventa de las acciones de la Matriz por tratarse ésta de una entidad tenedora de activos, incluyendo entre los mismos la titularidad de inmuebles que no interesaban a la parte compradora, se optó por adquirir la Entidad en donde radicaba el negocio objeto de interés. No obstante, habida cuenta de que de la Entidad colgaban dos entidades dedicadas a gestionar parte del patrimonio inmobiliario de los vendedores, se procedió a realizar una compraventa interna de las dos pequeñas sociedades tenedoras de activos compensando la deuda surgida por tal adquisición con otras existentes entre la Entidad y los vendedores.
Adicionalmente, como alternativa a la financiación bancaria (difícil de conseguir en términos razonables en plena crisis financiera), se pactó un precio aplazado y diferido en cinco años, garantizado con aval bancario y prenda de acciones de la sociedad adquiriente, a fin de reducir los costes financieros del comprador dadas las cifras de la operación.
Tras meses de intensas negociaciones, se procedió a la compraventa del 100% de las participaciones de la Entidad, consiguiendo los vendedores un importante pago inicial, y los adquirentes financiar la compraventa mediante el aplazamiento de parte del pago, concediendo un interés razonable a los vendedores y otorgando, asimismo, garantías suficientes para facilitar el descuento de los pagos pendientes vía factoring o productos financieros similares por parte de los propios vendedores.
