Los bufetes españoles no son ajenos a la tendencia de otras compañías de nuestro país de salir fuera de sus fronteras. Ya sea a través de alianzas o de oficinas propias, cada despacho sigue su propia estrategia. La de RHGR consiste en tomar participaciones mayoritarias en despachos locales que se agrupan bajo la marca Ontier, dirigida por Adolfo Suárez Illana. La firma presentó en mayo su nueva oficina de Lisboa y en julio hará lo propio en Miami, desembarcando por primera vez en Estados Unidos.
América es una de las prioridades del despacho, con Perú y Chile como próximos destinos. Ya está presente en México, Paraguay, Brasil o Bolivia, entre otros. El próximo paso es África. “Estamos trabajando con nuestros socios de Portugal y Reino Unido para aprovechar su experiencia histórica en mercados como Mozambique, Angola, Nigeria o Sudáfrica”, explica Bernardo Gutiérrez de la Roza consejero delegado de ONTIER. Esta estrategia es “un camino de ida y vuelta, ya que genera un flujo de clientes e inversores en ambas direcciones Así, también vendemos la marca España”, asegura Ramón Hermosilla, presidente de la firma.
Sin embargo, esta expansión no es fácil, ya que los despachos en los que invierte el bufete español, si bien trabajan de forma independiente, tienen que compartir una cultura común para que Ontier funcione como una única firma. Este verano, por ejemplo, varios abogados junior del despacho viajarán a otras oficinas del hólding para seguir ganando experiencia. En las nuevas contrataciones también se deja ver el esfuerzo por dotar de más recursos la presencia internacional del bufete. En los procesos de selección, se busca a abogados españoles con capacidades y habilidades para trabajar en otros países, apunta Pedro Rodríguez Rodero, socio director de ONTIER. Los planes de crecimiento del bufete tampoco desatienden España. “Vamos a seguir reforzando el área de mercado de capitales y financiación de proyectos”, asegura Rodríguez Rodero. El socio director explica que ya se han consolidado con nuevas incorporaciones otras prácticas, como penal, fiscal o laboral.
Gracias a esta política, el despacho logró el año pasado incrementar su facturación un 10%, hasta los 14,5 millones de euros. En el mercado nacional, su último paso ha sido la incorporación a ONTIER de un bufete de Santander, afianzando así su presencia en el norte de España.